Nuestro Ministerio de Salud (MINSAL) comenzaba el año celebrando: los egresos de las listas de espera en 2024 aumentaron un 28% en comparación con 2021. Sin embargo, este optimismo se enfrenta a una realidad preocupante: mientras el 2021 cerraba con poco más de 2 millones de casos en listas de espera, en octubre de 2024, según datos del mismo MINSAL, la cifra alcanzó un récord histórico de más de 2,6 millones de casos.
Aunque este aumento en los egresos parece un avance, el indicador utilizado no refleja necesariamente una solución real a la creciente demanda en salud. Dicho indicador puede ser distorsionado por factores como decesos de usuarios, migración hacia otras previsiones de salud, y errores administrativos como las deleciones masivas observadas este año. Además, sin considerar el flujo de ingresos a las listas, un mayor número de egresos resulta insuficiente. Si el balance neto entre ingresos y egresos no reduce significativamente el total de casos en espera, este dato es anecdótico y pierde relevancia en la evaluación de la gestión.
Es importante destacar los avances logrados, pero también es fundamental identificar sus límites. En este caso, el enfoque sobre los egresos parece una estrategia para minimizar la atención a un problema creciente: la acumulación constante de pacientes en espera, que sigue aumentando pese a los esfuerzos realizados.
Con todo, debemos reconocer que no hay soluciones rápidas ni simples para este complejo desafío. Aun así, el incremento de las necesidades en salud de la población exige que estemos a la altura y se entreguen respuestas urgentes. Enfrentar este problema requiere abordarlo desde diversas dimensiones, primero desde la promoción y prevención de la salud, reduciendo los ingresos a listas de espera trabajando por personas y comunidades más saludables, con políticas efectivas en atención primaria que además mejoren su capacidad resolutiva para que no sea una práctica regular derivar consultas a redes secundarias o terciarias. También, incrementando los egresos mediante el aumento de productividad en los centros de referencia, sumando horas médicas y por cierto que reclutando más especialistas.
Resolver el problema de las listas de espera no solo es necesario; es ineludible. No se puede seguir falleciendo en la espera.
IÑAKI LETELIER LAZO / LIC. EN MEDICINA
INVESTIGADOR ASOCIADO INSTITUTO IGUALDAD